Para muchas personas el no hacer nada les suele producir nerviosismo, ansiedad y una sensación de no estar aprovechando su tiempo.. Estas personas, buscan frenéticamente hacer algo, llenar su vida de ocupaciones.

                Esta sociedad nos ha educado bajo la creencia de que es necesario mantenerse activos casi todo el tiempo. El miedo inconsciente de caer en el ocio nos ha llevado a considerar comportamientos como mirar, pensar, meditar, soñar e incluso dormir, como socialmente no adecuados olvidándonos de que también son acciones. Nos cuesta bien poco aconsejar a los demás que descansen, que se tomen un respiro, que salgan para “despejarse” pero y ¿nosotros? ¿nos lo permitimos?

 Iguacoffee-cup-desk-pen-2l que tenemos la agenda llena de actividades: recoger a los niños, llevar el coche al taller, pasar por el banco, poner lavadoras, visitar a un familiar…… es importante dedicar en ella un tiempo para hacer algo que sea de disfrute propio ya sea leer un libro, estudiar algo que nos apasione, dibujar, meditar, tomar una infusión o un café a solas….. Si te paras a pensar ¿qué me concedo hoy? Seguro que hay algo que puedes introducir en tu agenda diaria.

              Lo más adecuado para cuidar nuestra salud mental es que al menos una de estas acciones para con nosotros mismos esté en cada día de nuestra ajetreada semana y no relegarlo a un día o dos (normalmente en fin de semana).

             Estos comportamientos gratificantes hacia nosotros no significan , como mucha gente cree, que se tratan de comportamientos irresponsables ya que no implican olvidar la importancia de la disciplina, la organización y el esfuerzo en las demás tareas, y sí el reconocer nuestra valía y permitirnos gratificarnos sin sentir culpa ni remordimientos.

            Sólo nosotros sabemos qué necesitamos. Para darnos cuenta y conocerlo sólo hay que mirar en nuestro interior y eso significa ralentizar nuestra vida, escucharnos y experimentar lo que nos hace sentir bien. ¿Te animas?